El recién pasado domingo 2 de abril durante la tarde y noche, unas 4 hectáreas de las laderas del Cerro Santa Rosa, en la precordillera de La Florida, fueron consumidas por el fuego. Una vez más fue la Brigada de Emergencias Alto Florida junto a vecinos y usuarios del Parque los que dieron todo su esfuerzo por apagar este incendio.

Cercano a las 18:00 hrs. de este domingo, se activa la alarma por columnas de humo que salen del filo del Cerro Santa Rosa, límite sur del Bosque Panul y división comunal entre La Florida y Puente Alto. Mientras acudía la Brigada Alto Florida y voluntarios, testigos en el lugar de los hechos presenciaron a tres jóvenes de entre 18 y 20 años arrancar del lugar luego de no poder controlar una fogata al momento de prenderla.

Debido al difícil acceso por tratarse de alta pendiente, Bomberos no pudo hacer ingreso de carros al lugar y casi no participaron del combate, mientras que los brigadistas de Conaf no acudieron. De este modo, fue una vez más la Brigada Alto Florida la encargada de combatir el incendio, con la colaboración de voluntarios, vecinos y gente que cuida constantemente el bosque limpiando y desarmando fogatas.

El incendio fue superficial, arrasando principalmente pastizales, Romerillos y Trevos, y se expandió rápidamente por laderas y quebradas. A eso de las 20:30 hrs. ya se había controlado, pero media hora después un rebrote hizo volver a subir a la Brigada y a gente de la comunidad para apagar el incendio reactivado. Luego de un arduo combate, el fuego fue finalmente controlado a eso de las 1:50 de la madrugada del día lunes.

Este es el quinto gran incendio que ha sufrido el Bosque Panul en los últimos 10 años y se suma a los últimos dos ocurridos durante este verano en noviembre y enero.

Este bosque debiese ser protegido y considerado como una importante reserva natural, pero aún hay gente inconsciente que lo toma como un lugar abandonado donde se puede hacer cualquier cosa sin consecuencia alguna.

La solución es simple: NUNCA MÁS UNA FOGATA EN EL BOSQUE PANUL y para esto, el Estado debe hacerse cargo de una vez por todas de proteger permanentemente el último bosque Nativo de Santiago, realizando una tasación real y así poder expropiarlo y devolvérselo a la comunidad.