Resultados definitivos serán dados a conocer por la municipalidad de La Florida a fines de febrero. Los vecinos esperan que el alcalde cambie su propuesta actual que permite la parcelación, construcción y uso comercial del último bosque urbano de Santiago.

Resultados definitivos serán dados a conocer por la municipalidad de La Florida a fines de febrero. Los vecinos esperan que el alcalde cambie su propuesta actual que permite la parcelación, construcción y uso comercial del último bosque urbano de Santiago.

Una de las demandas más postergadas de los vecinos de La Florida ha sido la de modificar el Plan Regulador Comunal para proteger el valor ambiental de la precordillera. Con la finalidad de contrarrestar la enorme influencia que las inmobiliarias ejercen sobre las autoridades locales, los vecinos exigen desde 2011 la realización de un estudio en la zona, el que debe establecer con precisión científica el valor ambiental del Bosque Panul y los riesgos geográficos asociados a la expansión urbana sobre este lugar.

Según lo programado, la municipalidad debe dar a conocer estos resultados definitivos a finales de febrero.  Exigimos que luego de que estos resultados sean publicados, se establezca  un nuevo periodo de 15 días hábiles para que la ciudadanía pueda ingresar sus descargos en contra de la actual propuesta del alcalde, que insiste en permitir construcciones en la zona. 

Una vez respondidas las observaciones ciudadanas, se debe pronunciar el Concejo Municipal, donde el alcalde dispone de una obediente mayoría, de modo que la atención se enfocará completamente en la propuesta final que el edil debe presentar en marzo. 

Pero, ¿qué garantías hay de que se adopte una política de construcción cero en el bosque Panul? Revisemos algunos antecedentes que anticipan un inevitable cambio de estrategia en la municipalidad:

Cuando en 2011 Rodolfo Carter aprobó el anteproyecto inmobiliario que pretende la destrucción del Panul, a sólo tres días de que el concejo lo designara como el nuevo alcalde, se generó una profunda desconfianza desde los vecinos. Él ha tratado de contrarrestar esa desconfianza mediante vistosos mensajes a la ciudadanía para convencerla de que, a pesar de lo que parece,  sus intenciones son proteger el bosque y no otras. 

Queremos dejar en claro que es el propio alcalde Rodolfo Carter quien ha generado una altísima expectativa sobre “la protección definitiva del Panul mediante la vía institucional”. Si bien es cierto que el edil no ha asistido a ninguna de las audiencias públicas para responder las inquietudes de los vecinos, se comunicó con algunos concejales para transmitirles “que el estudio de riesgos se encuentra en su etapa final y es lapidario sobre la necesidad de adoptar una política de cero construcción en la zona del bosque Panul”, según expuso el concejal Reinaldo Rosales a los presentes. ¿Cambio real en la visión del alcalde o es otra jugada mediática? 

Por fin ha llegado el momento tomar un acción concreta que podría despejar muchas dudas sobre las verdaderas intenciones del municipio. Éste puede presentar en marzo al Consejo Municipal una propuesta final que adopte una política de construcción cero, o puede insistir con una nueva escaramuza para permitir el lucro con este territorio, bajo un modelo de negocios distinto a la construcción de casas pero igual de destructor. 

Por ejemplo, podría prohibir el desarrollo de conjuntos habitacionales y aparecer diciendo “yo he prohibido las casas sobre el Panul”, para en el mismo acto permitir la construcción de canchas, gimnasios, piscinas, tiendas y restaurantes, con sus respectivas calles, estacionamientos, tendido eléctrico, alcantarillado y todo lo que amerita un club de campo privado o un exclusivo spa. Y por supuesto todo muy “verde” y “sustentable” para echar por tierra el sueño de un Parque Comunitario para Santiago.

Los vecinos organizados en la Red por la Defensa de la Precordillera advertimos que la única garantía de concretar este sueño es iniciarlo de facto y a pulso, ahora mismo y por los propios habitantes de este territorio, pues las instituciones municipales y gubernamentales en nuestro país son muy débiles en la protección del patrimonio ambiental y están capturadas por múltiples conflictos de interés, impiden la verdadera participación ciudadana y concentran el poder al máximo. Sin embargo, mientras nuestras instituciones todavía no cambian, es vital para el triunfo de nuestro proyecto que continuemos vigilando a las autoridades para que cumplan los compromisos que adquirieron con la ciudadanía. Si no presionamos nosotros, lo harán las inmobiliarias.

NI UN BOSQUE NATIVO MENOS, NO MÁS LUCRO CON NUESTRA VIDA.

también vea nuestra Invitación a la Asamblea del Bosque