Hace poco más de dos semanas se realizó la marcha-carnaval en defensa del bosque Panul, donde más de un millar de personas salieron a las calles, para celebrar y compartir esta lucha que ya lleva siete años: convertir el bosque Panul y los demás bosques cordilleranos en Parques Públicos bajo control comunitario.

Hace poco más de dos semanas se llevó a cabo la marcha-carnaval en defensa del bosque Panul, donde más de un millar de personas salieron a las calles, para celebrar y compartir esta lucha que ya lleva siete años: convertir el bosque Panul y los demás bosques cordilleranos en Parques Públicos bajo control comunitario.

Pero, ¿por qué marchamos?. Marchamos porque el camino institucional establecido no da el ancho para resolver las demandas sociales que nuestras comunidades reclaman, ni mucho menos, para permitirles desarrollar un proyecto de vida propio.

El modelo de generación de políticas públicas, y el aparato estatal que lo sustenta, sirve solo para imponerlas desde arriba, no para construir políticas desde la ciudadanía. Nos sentimos ajenos. Nos sentimos excluidos  Porque solo nos invitan a votar de la mano de los partidos, y desde luego, la democracia no puede reducirse a solo votar: decidir no es solo votar, participar no es solo votar. Además, ¿de qué sirve participar votando cuando hay una sola opción, y los candidatos son más de lo mismo?

Entonces, no hay un problema de participación, sino que son los aparentes cauces de participación los que están negados, ocultos o desfasados. 

¿Qué buscamos cuando salimos a marchar? Recuperar el protagonismo secuestrado; decir fuerte y alto que con nuestro territorio no se lucra.

El Panul no será jamás protegido mientras exista la actual institucionalidad, bajo el amparo de una Constitución que relega los derechos colectivos más esenciales a favor del todopoderoso “derecho de propiedad”, que se traduce básicamente en la creencia suprema en el poder que el dinero entrega, y el uso de las influencias para el beneficio personal, utilizándolas en contra de la naturaleza y de la comunidad.

La montaña nos ha enseñado que las decisiones sobre el territorio las deben tomar sus propios hijos. El territorio que habitamos nos aporta todo lo esencial para mantenernos vivos y felices, es decir, es la parte externa de nuestro cuerpo. A tal punto llega esta interrelación, que sin un ambiente adecuado moriríamos. ¿Cómo podemos permitir que otros decidan sobre el espacio que habitamos? ¿Y que destruyan nuestros bosques, nuestras calles y avenidas, nuestros colegios y estadios?

La Red apuesta a seguir avanzando en la recuperación del lugar que nos alberga. Hagamos el camino del agua: en su afán por fluir, el agua busca por donde pasar. Ante un obstáculo busca caminos simultáneos, y cuando no hay camino, se acumula hasta pasar por encima del obstáculo.

Si vamos a ir por la conquista de las instituciones, que sea para colmarlas, que nuestra victoria sea rotunda y la utilicemos para construir una institucionalidad a nuestra imagen y semejanza, celebrándonos, buscando el buen vivir. NO para pelear cuotas, cargos y cupos de un sistema ajeno y hostil.

La propuesta

Como vecinos organizados venimos desarrollando un trabajo socioambiental con estudiantes, colegios y universidades, tanto como con barrios y organizaciones populares para desarrollar en conjunto un Parque Público con gestión comunitaria.

Esa línea de trabajo nos ha hecho apoyar y aliarnos con otras causas sociales y medioambientales de esta y otras regiones, que se oponen, al igual que nosotros, al sistema capitalista de depredación de la naturaleza y del habitante.

Creemos sin embargo que nuestras alianzas deben basarse fundamentalmente en un trabajo social que recupere para sí los temas ciudadanos y los asuntos públicos, superando el actual sistema de representación que no asegura el cambio que el país necesita.

Pensamos que el actual sistema de partidos políticos dificulta las movilizaciones sociales, al desviar al movimiento social a una toma de posición únicamente electoral, en un sistema de aparentes alianzas para intentar “cambiar el sistema por dentro” con unos mecanismos que impiden los verdaderos cambios. 

Involúcrate

La Red te invita a un aprendizaje social donde las cuestiones de forma son espejo de las cuestiones de fondo y se construyen en comunidad.

De tal modo que para superar la crítica sistémica o institucional, la Red ha conformado desde su propio aprendizaje:

• Una organización que trabaja conscientemente para empoderar a cada miembro según sus talentos y disponibilidad

• Una organización que privilegia la democracia directa y asamblearia con delegación de mandatos en comisiones para abocarse a trabajos sociales y ambientales.

• Un sueño colectivo de vivir bien. 

Esto implica desarrollar nuestra soberanía en forma colectiva y participativa, en base a la solidaridad, fraternidad y cooperación, celebrándonos y buscando el buen vivir.

Este camino recién comienza. Tod@s estamos invitad@s a construirlo.

Próxima asamblea: 15 de marzo. Mas información en www.redprecordillera.cl

 

Red por la Defensa de la Precordillera. Febrero 2013.