A través del asesor urbano Esteban Yuretic, la municipalidad ha negado la información requerida formalmente por la Red Precordillera, por lo que se deberá concurrir a la contraloría, con el evidente retraso que esto significa.

A través del asesor urbano Esteban Yuretic, la municipalidad ha negado la información requerida formalmente por la Red Precordillera, por lo que se deberá concurrir a la contraloría, con el evidente retraso que esto significa.

Desde octubre del año pasado la comunidad organizada alertó sobre la eventual judicialización del proceso que pretende destruir el bosque Panul, debido a una serie de irregularidades en que había incurrido el municipio y el ministerio de la vivienda, maniobras que dejaban al descubierto el nulo trabajo por modificar el Plan Regulador Comunal (PRC). Esta demora resultó impresentable, pensando en que Rodolfo Carter y el resto del municipio tuvo tres años para proteger el Panul a través del PRC. De lejos se ve la consulta municipal hecha hace dos años, que más que un compromiso, fue una maniobra comunicacional para aparentar una postura a favor del bosque, en momentos en que la comunidad detenía momentáneamente el proyecto.

El flanco judicial que abrían estas irregularidades fue alertado en su momento al municipio, siendo desestimado por ellos. Así, quedó despejado el camino para que la inmobiliaria Gesterra presentara un reclamo en Contraloría, en contra de todo lo hecho por el municipio, escenario muy favorable para la empresa y que ya había sido denunciado con anterioridad (Municipalidad prepara negociado del bosque El Panul a espaldas de los vecinos) .

Ante esto, la Red Precordillera solicitó formalmente al municipio información sobre el reclamo presentado por Gesterra, recibiendo la negativa del asesor urbano, algo inexplicable toda vez que es información esencial para preparar la defensa jurídica del bosque, sobre todo tomando en cuenta que los errores los cometió el propio municipio, desoyendo a la comunidad. Sin esta información, la Red deberá acudir a la Contraloría, con la evidente demora y pérdida de esfuerzos que esto significa.

Así, el municipio sigue dando claras luces de que siempre ha optado por permitir la construcción en el Panul, a pesar de la contundente oposición que genera cualquier intervención a este importante ecosistema, intervención que dañará todo lo sobreviviente.

De haber existido voluntad municipal para proteger el Panul, el cambio al PRC debió haberse realizado antes del 7 de noviembre del 2013, día en que vencía el congelamiento de los permisos de construcción en la precordillera. Como esto no se hizo, la empresa tiene grandes posibilidades de que la Contraloría o los tribunales de justicia obliguen al municipio a deshacer todo lo hecho y aceptar el proyecto inmobiliario. Esto no significa su aprobación, pero está el antecedente de que el mismo Rodolfo Carter aprobó con anterioridad el fallido proyecto, en junio del 2011, tres días después de haber asumido como alcalde designado, por lo que las sospechas de que el proyecto inmobiliario vea luz verde son cada vez más ciertas.

Hacemos un llamado a estar alertas, y a sumarse al trabajo para levantar un parque bajo control de la comunidad.

Red Precordillera.

Enero 2014.