• Vecinos deberán movilizarse para que el cambio al Plan Regulador se reactive, esta vez con verdaderas soluciones para proteger el bosque nativo de La Florida.
• Las modificaciones tienen que estar listas antes de noviembre, para que la inmobiliaria Gesterra no pueda presentar su proyecto nuevamente.
• Ante negligencia de las autoridades municipales, la comunidad exige la expropiación del Panul por parte de la administración Bachelet.

• Vecinos deberán movilizarse para que el cambio al Plan Regulador se reactive, esta vez con verdaderas soluciones para proteger el bosque nativo de La Florida.
• Las modificaciones tienen que estar listas antes de noviembre, para que la inmobiliaria Gesterra no pueda presentar su proyecto nuevamente.
• Ante negligencia de las autoridades municipales, la comunidad exige la expropiación del Panul por parte de la administración Bachelet.

Queda al descubierto el negociado municipio-inmobiliaria

¿Por qué el alcalde de La Florida remarcaba que su propuesta de Plan Regulador es para proteger el bosque Panul?

¿Por qué insistió hasta el final en dividir el bosque en parcelas de una hectárea y permitir construcciones de 140 m2, las que concentrándose podían resultar en una mega construcción de 12.600 m2?

En el Concejo del miércoles 25 de Junio, por primera vez en muchos años, Rodolfo Cárter declaró sus verdaderas intenciones: buscaba que se construyera la parte del bosque más próxima a la ciudad, para que en la parte más alta la inmobiliaria obsequiara a los vecinos un “parque estilo Mahuida”. Este es el mismo anzuelo con que las constructoras se acercaron a políticos y dirigentes vecinales de La Florida en 2008, lo que confirma las advertencias sobre un negociado a espaldas de los vecinos.

Cárter habló de construir un rodeo, canchas, museos, cafés y tiendas comerciales. En su delirio pensaba que, al permitirle algún negocio a la inmobiliaria, ésta le cedería un terreno a modo de “canje”, para hacer un parque municipal a su imagen y semejanza.

Pero esto se vio frustrado, y no tan solo por los cinco concejales opositores que rechazaron su propuesta, sino que por los propios concejales de la Alianza, que no asistieron al concejo, e hicieron que Carter perdiera su mayoría.

Los dos argumentos centrales del alcalde fueron: 1) decretar cero construcción en el Panul, no permitiría generar un equipamiento básico de parque y 2) la inmobiliaria acudiría a tribunales, y éstos, viendo que al particular se le restringiría todo negocio, obligaría al municipio a expropiar.

El primer argumento es falso, ya que si bien los parques son áreas en que se definen explícitamente la no urbanización, esto no impide a que se levante infraestructura complementaria de bajo impacto como casetas, quinchos, y baños acordes a la protección ambiental, como en cualquier parque sujeto a protección oficial. Por eso mismo el municipio debe definir el bosque Panul como “área de valor natural”, algo que se ha negado a realizar. La comunidad no fue consultada de si quería convertir el Panul en un nuevo Mahuida (parque privado de La Reina), con mayor nivel de intervención al ecosistema.

El segundo argumento no deja de llamar la atención, ya que el municipio es el que representa a la comunidad ante los tribunales. Nosotros, conscientes de nuestro actuar, jamás pediríamos al municipio caer en ilegalidades: Es perfectamente posible proteger el Panul completamente. Estaban todos los argumentos científicos sobre la mesa y el municipio no quiso escuchar, apostando obstinadamente a negociar un “seudo parque” a espaldas de los vecinos. Además, si los tribunales obligaban a expropiar, esto ponía el tema a nivel de gobierno central, instancia en la cual el alcalde perdería toda posibilidad de ser protagonista.

El peligro inmobiliario está más cerca que nunca

La negligencia municipal ha resultado en una tremenda pérdida de tiempo, especialmente pensando en que el 8 de noviembre se vence el congelamiento de permisos y la inmobiliaria podrá presentar un nuevo proyecto, acogiéndose (por ahora) al antiguo Plan Regulador, que permite megaproyectos en el sector. Por si esto fuera poco, una modificación reglamentaria del gobierno de Piñera retiró a los proyectos inmobiliarios -como el del Panul- de la evaluación ambiental. Esto podría cambiar, si hay voluntad política del actual gobierno de Bachelet para modificar este reglamento del ministerio de Medio Ambiente, e iniciar el proceso expropiatorio.

Ahora hay que hacer las cosas bien y sin excusas

El rechazo a la propuesta de Carter es un importante primer paso para cumplir uno de los objetivos de la comunidad: modificar el Plan Regulador, reconociendo que el bosque nativo es un área de valor natural que no puede quedar entregada al mercado inmobiliario, consolidando la protección completa del Panul, lo que además haría menos costosa la expropiación para el Estado de este importante ecosistema.

El segundo objetivo ya está dicho: que el actual gobierno expropie el Panul, lo proteja por ley, y entregue la gestión del territorio a los vecinos.

Por último, la administración Bachelet debe hacer que los proyectos inmobiliarios ingresen nuevamente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, ya que generan efectos irreversibles para el medio ambiente, algo que con las normas actuales queda al margen de un control ambiental mínimo.

El Parque Comunitario somos nosotros

Hacemos una invitación a todas las organizaciones hermanas, a la gente indignada que ama y defiende el Panul y el medio ambiente, a estar más alertas que nunca. Pronto se convocaran a nuevas actividades para defender nuestro territorio. Contamos con el apoyo de todas y todos para lograr este sueño que cada vez se vuelve más real.

No nos dejaremos amedrentar. El poder somos nosotr@s.

 

Red por la Defensa de la Precordillera.