Varios meses lleva trabajando el gobierno de la Nueva Mayoría un nuevo cambio al Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) que afectará toda la precordillera de la ciudad, un inmenso territorio que se extiende desde el canal San Carlos hasta los 1.600 metros de altura, proceso que está a cargo del Intendente Claudio Orrego y que ha sido hermético y sin participación ciudadana.

 

Varios meses lleva trabajando el gobierno de la Nueva Mayoría un nuevo cambio al Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) que afectará toda la precordillera de la ciudad, un inmenso territorio que se extiende desde el canal San Carlos hasta los 1.600 metros de altura, proceso que está a cargo del Intendente Claudio Orrego y que ha sido hermético y sin participación ciudadana.

La precordillera alberga los últimos bosques nativos, como el bosque Panul, los bosques de Puente Alto, y toda la extensa vegetación que sobrevive al avance urbano en la ciudad; además, ayuda a frenar desastres naturales, como aluviones o inundaciones, siendo una verdadera muralla y esponja; descontamina el smog capitalino, aportando brisas frescas, bajando la temperatura y deteniendo el calentamiento global, además de ser una reserva estratégica de agua dulce.

En resumen, solo alguien demente podría cambiar éstos lugares por casas y cemento, arriesgando la vida de los que llegan a vivir ahí, y perdiendo de paso todos éstos beneficios.

El pasado 3 de Mayo se cumplieron 23 años del fatídico aluvión de la Quebrada de Macul, que costó la vida de 26 personas, y daños irreparables para otras miles. A pesar de ello, hoy hay cientos de casas por donde pasó el aluvión, que según diversos estudios, tiene una recurrencia de 20-30 años.

¿Seguirá Michelle Bachelet con esta política urbana criminal de permitir que viva gente en zonas de riesgo para sus vidas?

Esperamos que los últimos hechos (como la crecida de la Quebrada de lo Cañas) despierten la conciencia de las autoridades encargadas de planificar Santiago (presidenta, intendente, alcalde), y que el nuevo PRMS detenga las construcciones en TODA la precordillera y genere un gran parque público ahí.

De lo contrario, un nuevo aluvión sí tendría responsables.

 

Red por la Defensa de la Precordillera.

Mayo 2016.