Estimada presidenta:

Nos dirigimos a usted como máxima autoridad de gobierno y ex vecina de la Florida, para que resuelva un problema muy grave que ocurre en nuestra comuna, y que afectará a todo Santiago. Se trata del último bosque nativo de la ciudad, conocido popularmente como Bosque Panul.

Estimada presidenta:

Nos dirigimos a usted como máxima autoridad de gobierno y ex vecina de la Florida, para que resuelva un problema muy grave que ocurre en nuestra comuna, y que afectará a todo Santiago. Se trata del último bosque nativo de la ciudad, conocido popularmente como Bosque Panul.

Sus dueños, que adquirieron el fundo de la Universidad de Chile en un irregular proceso en dictadura, quieren destruirlo para dar paso a más de 1000 viviendas de alto valor. La comunidad, en cambio, consciente del incalculable valor de este ecosistema, hace años está levantando un proyecto de parque comunitario. Miles de personas lo visitan todos los meses, sirviendo como un importante e improvisado lugar de aprendizaje y esparcimiento, en una comuna que no supera los 2,2 m2 de área verde por habitante.

Nuestro mundo está cambiando aceleradamente, y no podemos hacer oídos sordos a esto. El avance del desierto por el norte, o la dramática sequía y escases de aguas lluvias por todo el país, nos lleva a replantear nuestra manera de desarrollarnos y crecer como ciudad. Ahora sabemos que no podemos hacerlo a costa de nuestro patrimonio ambiental.

El bosque Panul es un territorio estratégico, un ecosistema que reporta múltiples beneficios a todo el valle de Santiago. Está a los pies de una de las quebradas más activas de la montaña, la quebrada de lo Cañas, ayudando a evitar aluviones y movimientos en masa; con sus longevos árboles y profundas raíces, absorbe las aguas lluvias, evitando inundaciones; al mantener la humedad, genera brisas y vegetación que limpian nuestro aire contaminado. Las razones para protegerlo sobran, y por esto los vecinos, sin excepción, queremos que este lugar se proteja oficialmente.

Hemos intentado todo lo humanamente posible para lograrlo. Hace 10 años nos organizamos para trabajar en ello, partiendo por el nivel local. Muchos alcaldes y autoridades comprometieron su apoyo, pero ninguno lo hizo, incluso después de categóricas consultas públicas, donde el 99% de los votantes pidió protección. Hoy día, aún existen leyes que permiten destruir este vital ecosistema, pero también hay leyes que lo protegen, como la ley de bosque nativo, o el Decreto Supremo 82, dictado en 1974, que prohíbe la tala de los bosques precordilleranos. La democracia no nos puede dar menos que la dictadura.

Aún estamos a tiempo de terminar con este inminente conflicto ambiental, de manera institucional y pacífica. El Panul todavía se puede proteger a través del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, declarándolo como Parque y área libre de construcciones, algo que intentamos a nivel local, pero que el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, se negó a hacer. Usted presidenta está a tiempo de hacerlo. Así, el bosque Panul será protegido, bajando el valor económico y facilitando la expropiación.

El bosque continúa allá resistiendo, y si aún quedan mecanismos institucionales para salvarlo, debemos usarlos. Estamos seguros que usted entenderá la gravedad de perder un pulmón verde tan querido, e intercederá para detener este grave problema ambiental que se avecina.

Queremos vivir en paz y en armonía con nuestro territorio. Si toda una comunidad aclama la protección de este bastión natural, no pueden nuestras autoridades ignorar este interés social, que genera muchos más beneficios públicos que el lucro inmobiliario privado.

No queremos ser recordados como la generación que perdió el último bosque nativo de Santiago. El Parque Comunitario seguirá avanzando, porque hoy queremos ser responsables del mundo en que nos tocó vivir.

Esperamos que entienda la gravedad de este conflicto, e instruya a las autoridades claves para proteger y expropiar del Panul. Un país entero se lo agradecerá.

 

Red por la Defensa de la Precordillera.