El Bosque Panul se ha enfrentado a diversos proyectos privados y a la necia voluntad política del Estado, que incentiva el crecimiento de la ciudad por medio del apoyo al negocio inmobiliario en desmedro de los bosques que sostienen la vida. El actual gobierno, bajo el slogan de “agilizar la inversión”, ha puesto en marcha una “revolución microeconómica”, según sus propias palabras, cuyo eje sería la GPS u “Oficina para la Gestión de Proyectos Sustentables”. Esta Oficina es la sucesora del CAI (Comité de Agilización de Inversiones) o Comité Longueira, que en el primer gobierno de Piñera fue duramente cuestionado por la Contraloría, ya que su fin era hacer lobby para lograr la aprobación de 80 proyectos “emblemáticos” a nivel país, entre ellos, el proyecto inmobiliario pretendido en el Fundo El Panul, en la comuna de la Florida.

Ante la condición actual de desprotección y mal uso de nuestros bosques, las altas temperaturas y sequía, la Brigada de Emergencia Alto La Florida (BEAF, primera Brigada Forestal de Voluntarios del país), junto con la comunidad organizada, inauguró el pasado mes de diciembre la primera torre de vigilancia para la detección de incendios forestales en la Región Metropolitana y el Bosque Panul. Esta obra ha sido construida y financiada completamente con aportes de los vecinos, sin apoyo de las autoridades, a excepción de CONAF que apoyará en los meses de mayor riesgo con dos voluntarios.

A más de seis años de aquella votación (la consulta más masiva en la historia de la comuna), aún el Panul continúa totalmente desprotegido, y ha sido la comunidad la que, en el último tiempo, ha generado un parque comunitario de facto, para proteger el lugar, tanto de la amenaza inmobiliaria, como del daño que genera la gran afluencia de público y la inconciencia de algunas personas.

La familia Navarrete Rolando, dueña del holding OXIQUIM, busca construir un megaproyecto inmobiliario en el Santuario de la Naturaleza de la Península de Hualpén, octava región, proyecto que es resistido por comunidades del sector.
OXIQUIM -que en estos días salió a la luz por la contaminación de la bahía de Quinteros- tiene como presidente de su directorio a Fernando Barros, abogado del presidente Piñera y socio del esposo de la Ministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt, produciendo un evidente conflicto de intereses, en momentos en que el proyecto inmobiliario está siendo evaluado por autoridades de gobierno en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).

Esta familia es la misma que intentó construir en el Bosque Panul el 2012, proyecto que fue rechazado luego de una masiva movilización.

• Hace un año y medio, la comunidad alertó sobre el vertimiento de toneladas de arena de mar en más de 80 puntos del Bosque Panul, que estaban secando y dañando su frágil ecosistema, incluso en quebradas que descargan todo hacia la ciudad.
• El Ministerio de Medio Ambiente resolvió archivar la investigación, ya que a su juicio, el Panul no se encuentra “bajo protección oficial”, es decir, los dueños podían seguir contaminando el bosque a pesar de no tener permisos ambientales.
• La comunidad, en conjunto con la Clínica de Derecho Ambiental de la Universidad Diego Portales, demandó al Ministerio, acción legal que fue acogida a tramitación por el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago y será resuelta en los próximos días.

El domingo 9 de julio se realizó la segunda reforestación del año 2017, convocando a cientos de defensores del Bosque Panul. Vecinas y vecinos han plantado cerca de mil árboles y arbustos nativos en la entrada del Parque, zona que se encontraba muy erosionada debido a la fuerte intervención  que ha sufrido en las últimas décadas. La gran reforestación realizada a la fecha ha logrado revertir este proceso. También se comenzó a recuperar la quebrada que hace pocos días fue parcialmente destruida por orden del municipio de la Florida y la ejecución del  Ministerio de Obras Públicas.

Luego de la denuncia realizada por distintas organizaciones el día de ayer -debido a la destrucción de una quebrada en el Bosque Panul- , hoy se realizó una reunión en terreno con los encargados de la obra donde la participación de la comunidad fue fundamental para detener el avance de las máquinas.

Dos máquinas retroexcavadoras ingresaron para “limpiar” la quebrada que se encuentra en la entrada del parque, a través de una licitación hecha por el Ministerio de Obras Públicas, a solicitud del Municipio de la Florida.

Esta quebrada cuenta con una gran vegetación, y se encuentra “estabilizada”, por lo que la medida es totalmente absurda, y solo está destruyendo un ecosistema que ha resistido a las inmobiliarias durante décadas, además de aumentar el riesgo por aluviones e inundaciones.